Alternativa

Cargados de mucho entusiasmo el 11 de febrero pasado, un centenar de personas, miembros de familias del distrito de Comas e Independencia y el equipo del Proyecto Escuelas Libres de Violencia apoyado por el Fondo Ítalo Peruano, nos trasladamos hasta un centro recreacional fuera de la ciudad, en la carretera a Canta, para disfrutar juntos de un día de encuentro de integración familiar por una convivencia sin violencia.

A pesar de ser un jueves, muchas madres y padres se organizaron para dejar sus negocios ese día, pidieron permiso en su trabajo y coordinaron con otros miembros de su familia, para estar listos desde siete de la mañana en los puntos de partida.  Para cualquier familia esta es una oportunidad para disfrutar del verano vacacional con sol, campo y piscina, pero estas familias sabían que no se trataba sólo de un simple paseo.

En este encuentro participaron madres, padres con hijas e hijos, dispuestos a jugar demostrando que pueden hacer equipo y superar diversos retos como de cuánto se conocen entre sí; corrieron, bailaron y formaron grupos con otras familias para construir lemas, alentar a sus equipos y aprender que hasta en los juegos se necesitan reglas concertadas, pues de lo contrario se impone la arbitrariedad y el autoritarismo.  “¡Familias unidas jamás serán vencidas!”; “¡Rojo, rojo, rojo, más abrazos menos enojos!”; “¡Familias azules, alto a la violencia!”, “¡Familias con amor y conciencia, dile no a la violencia!”, fueron los creativos lemas coreados por los distintos equipos.

Estar juntos todo el día y compartir tiempo de recreación, no es frecuente en las familias participantes.  Para una madre ésta era la mejor oportunidad de celebrarle el cumpleaños a su joven hija, de hecho ambas fueron una de las parejas ganadoras del bailetón.  Un padre mototaxista, quien sientió haber mejorado la comunicación con su hija adolescente, sorprendió a su familia ya que nunca lo habían visto jugar así.  Para otro joven ésta fue la oportunidad de reunirse con su madre, quien ahora reside en Canta, cerca del centro recreacional. Juntos participaron en todos los concursos, se tomaron fotos, para luego despedirse al atardecer.

Se trata de madres o padres, en algunos casos abuelos, abuelas, tías o tíos tutores de adolescentes, son algunas de las 80 familias que recibieron capacitación a fines del 2014 por el proyecto y de las cuales las promotoras de Alternativa realizaron las visitas a 80 familias de la zona de Collique en Comas y de Independencia, quienes en la confidencialidad de su hogar dialogan acerca de sus esfuerzos, dificultades y logros por lograr una mejor relación con hijas e hijos adolescentes; y porque la violencia no sea el mecanismo para resolver los conflictos, para tratar a la pareja o para “corregirlos”.

Ellos consintieron que los visitáramos en sus hogares para reforzar su compromiso por mejorar la comunicación y el buen trato con sus hijas e hijos adolescentes. Ello significó asumir que para que los hijos logren cambios, cabe la pregunta de en qué medida los padres y las madres también deben cambiar.

Llegando a Lima de vuelta casi al anochecer, durmiendo en gran parte del camino por un largo día de disfrute y cansancio de tanto jugar, se reflejó el agradecimiento por el día compartido y con la firme convicción de que no hay mayor riqueza que una familia unida.

Por: Maritza Caycho.

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